jueves, 19 de junio de 2014

EL SACERDOTE EN EL TERCER MILENIO


EL SACERDOTE EN EL TERCER MILENIO 

(JOHN PAUL II)

VIVIMOS EN UNA CONFUSION DESASTROZA EN TAN MUCHAS ALMAS PERO TAMBIEN EN UN TIEMPO LLENO DE ESPERANZA DIVINA - LA BATTALLA SE ENFUERECE ENTRE LA VIDA  DEL ALMA  O SU MUERTE (1Pet 1:17-20)

San Pablo, en su segunda carta al Obispo Timoteo, capitulo 4, versículos 1-8, nos revela  su entendimiento de la vocación del obispo en la batalla de la fe.  Leemos con mucho amor y compasión para nuestros obispos :

  Al Obispo Timoteo san Pablo le amonesta:

“Timoteo, te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su Manifestación y por su Reino:
 Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina.
 Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que,
ARRASTRADOS POR SUS PROPIAS PASIONES, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades;  apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.
 Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufrimientos, realiza la función de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio”
(2Tim 4:1-5).

EL COSTO DE MI SALVACION FUE PAGADO CON LA SANGRE PRECIOSA DE JESUCRISTO EN SU SACRIFICIO EN LA CRUZ (1Pet 1:17-20)                                         San Pedro anima a sus cristianos con una doctrina tan sana para mejorarles su conocimiento de Jesús.  Aquí lo que les enseña san Pedro, leemos:     

 “Ustedes saben que fueron rescatados de la vana conducta heredada de sus padres, no con bienes corruptibles, como el oro y la plata,
 sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha y sin defecto,
 predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos para bien de ustedes.
 Por él, ustedes creen en Dios, que lo ha resucitado y lo ha glorificado, de manera que la fe y la esperanza de ustedes estén puestas en Dios.
 Por su obediencia a la verdad, ustedes se han purificado para amarse sinceramente como hermanos. Ámense constantemente los unos a los otros con un corazón puro,  como quienes han sido engendrados de nuevo, no por un germen corruptible, sino incorruptible:  la Palabra de Dios, viva y eterna.
 Porque toda carne es como hierba y toda su gloria como flor del campo: la hierba se seca y su flor se marchita,
 pero la Palabra del Señor permanece para siempre.
Esta es la Palabra que les ha sido anunciada, la Buena Noticia” (1Pet  1:17-25).

St Teresa de Ávila nació en  1515 y murió en 1582.    Martin Lutero nació en 1483 y murió en 1546.   Santa Teresa, en sus notas de vida spiritual,  escribe: 

“Pocos son los fieles que permanecen con Cristo y muchos son las muchedumbres que acompañan a lucífero.    El mas peor también son esos con lucífero nos parecen como amigos de Cristo in publico pero lo venden en secreto.      Cristo encuentra casi a nadie en quienes puede confiarse.     

Santa Teresa y Martin Lutero eran contemporáneos.  Por eso, Santa Teresa continua con la traición de los cleros especialmente con la secta luterana en Europa  (Martin Lutero 1483-1546):    En este tiempo, aprendí en las noticias todo el daño y la destrucción causada en Francia por esos Luteranos y la manera en que esta secta tan triste se multiplicaba en muchedumbres.     Este me dolí muchísimo,  aunque como si podía ayudar en este conflicto,  me sentí   como necesario   apostar mil almas para salvar a una sola alma de todas esas almas que se pierden en este conflicto.    También como todo mi deseo estaba tan ardiente de ternura  y siempre esta,  a saber que Cristo tiene tan muchos enemigos y tan pocos amigos;  esos pocos deberían  probarse verdaderos fieles dignos de total confianza.”

Nota:

Santa Teresa se queja  ¿Por qué Martin Lutero dejó y abandonó la Iglesia católica?  Cuando estudiaremos los poderes sacerdotales de Cristo en nuestra salvación, se tratará estudiar el problema de conciencia que perdió a Martin Lutero y  ¿Por qué el abandonó seguir al HOMBRE A QUIEN JESUS ENTREGÓ LAS LLAVES DEL CIELO?.    Fue una tragedia donde no se puede medir todas las consecuencias desastrosas en las almas a través de los siglos.  Que Dios les bendiga en su estudio del SACERDOTE EN EL TERCER MILENIO bajo la amabilidad de Beato Juan Pablo II.

El  profesor

 

 

 

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