HAGAN ESTO IN MEMORIA DE MI. JESUS ORDENA
A SUS APOSTOLES CELEBRAR LA FRACCION DEL PAN HASTA QUE VUELVA.
1)-EN LA ULTIMA CENA, JESUS CELEBRA SU GRAN SUMO SACERDOCIO.
En la ultima cena, Jesús celebra su sacerdocio que el ofrece a cada uno
de nosotros para trabajar a nuestra salvación.
Jesús se revela nuestro sumo sacerdote de Dios Padre.
Leemos en la Carta a los Hebreos
4:14-16:
“Hermanos: Ya que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios,
un Sumo Sacerdote insigne que penetró en el cielo, permanezcamos firmes en la
confesión de nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote incapaz de
compadecerse de nuestras debilidades; al contrario Él fue sometido a las mismas
pruebas que nosotros, a excepción del pecado.
Vayamos, entonces, confiadamente al trono de
la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio
oportuno.”
2)-EN SU ULTIMA CENA EN LA TIERRA, JESUS ORDENA A SUS APOSTOLES EN SUS PODERES SACERDOTALES.
Para cambiar el pan en el Cuerpo de Jesús se necesita el poder divino.
Para celebrar la fracción del pan para nuestra salvación, los apóstoles
necesitan el poder sacerdotal de Jesús Sumo Sacerdote.
Ordenar quiere decir comandar, dar un orden a los apóstoles para
ejecutar un mandamiento.
Cuando Jesús “ordeno” (Jesús
dales un orden) a sus apóstoles de “hagan esto en memoria de mi”, Jesús les dio
su poder sacerdotal para consagrar el pan en su cuerpo y el vino en su sangre
preciosa.
3)-LOS PODERES SACERDOTALES DE CRISTO JESUS EN LA CONSAGRACION DEL PAN.
Los divinos poderes sacerdotales para consagrar el pan en el cuerpo de
Cristo son poderes reales.
Los divinos poderes sacerdotales para consagrar el pan en el cuerpo de
Cristo no son una oración de intercesión.
Para cambiar el pan en el cuerpo de Cristo, el ministro necesita los divinos
poderes sacerdotales de Cristo para hacerlo.
4)-JESUS ORDENÓ A SUS
APOSTOLES EN SUS DIVINOS PODERES SACERDOTALES EXACTEMENTE PARA HACER LA
CONSAGRACIÓN QUE JESÚS MISMO HIZO EN LA ULTIMA CENA.
San Lucas nos da un acontecimiento de la Ultima Cena.
Leemos a san Lucas en Lc 22:19:
“ También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió,
se lo dio a ellos y dijo:
—Este
pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan
esto en memoria de mí.”
Cuando Jesús dice “hagan esto en memoria de mi” Jesús ordenó a sus apóstoles en sus divinos poderes
sacerdotales.
5)-JESUS CLARAMENTE NOS REVELA QUE LOS APOSTOLES COMIERON SU CUERPO.
Primeramente, los apóstoles comen su cuerpo. Jesús les dice su cuerpo está dado para
ellos. Los apóstoles no comen pan; los
apóstoles comen el Cuerpo de Jesús.
Muchos dicen que los apóstoles comieron pan. Por eso, Jesús les mintió! Pero Jesús es Dios, el no puede mentir.
6)-LOS APOSTOLES CREEN COMER EL CUERPO DE CRISTO.
San pablo en su carta a los Corintios nos revela la fe de los Cristianos
de su tiempo; comieron el cuerpo y la sangre de Cristo en la sagrada comunión.
Leemos san Pablo en sus propias palabras en 1 Cor 11:23-29:
“Yo recibí del Señor lo mismo que les
transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó
pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es
mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí.» De la
misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo
pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en
memoria de mí.» Porque cada vez que comen este pan y beben de esta
copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga.
Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o
beba de la copa del Señor de manera indigna, será culpable de pecar contra el
cuerpo y la sangre del Señor. Así que cada uno
debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa. Porque
el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condena.”
7)-LOS APOSTOLES INTIENDEN LA “ORDEN” QUE JESUS LES DA DE “HAGAN ESTO EN MEMORIA DE MI.”
Los apóstoles entendieron que Jesús los ordenó en sus divinos poderes sacerdotales para consagrar
el pan en el cuerpo de Cristo y el vino en la sangre preciosa de Cristo en sus
propias casas.
Celebraron en sus propias palabras “la fracción del pan.” la fracción del pan hoy se llama la santa misa.
Leemos san Lucas en sus propias palabras en LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES 2:42-47:
“ Se
mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el
partimiento del pan y en la oración. Todos estaban
asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. Todos los creyentes
estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y
posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. No dejaban de reunirse en
el *templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la
comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y
disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al
grupo los que iban siendo salvos.”
8)-LOS APOSTOLES ERAN MUY CAUTOS, SE DABAN CUENTA PERFECTAMENTE TENER
LOS DIVINOS PODERES SACERDOTALES DE CRISTO PARA CELEBRAR “LA FRACCION DEL PAN.”
“La fracción del pan” es el lugar del encuentro con la victima Jesús que
pagó la deuda que teníamos con Dios Padre.
Leemos a san Pablo en sus propias palabras en Galatos 2:20:
“ Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
9)-JESUS NOS REVELA EN SAN JUAN EL ESENCIAL DE LA VIDA CRISTIANA.
Jesús constantemente nos repite debemos comer su cuerpo y beber su
sangre para entrar en el cielo.
Leemos en Juan 6:52-56:
“ Los judíos se pusieron a discutir unos con otros:
—¿Cómo
puede éste darnos a comer su propia carne?
Jesús les dijo:
—Les
aseguro que si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben su sangre,
no tendrán vida. El que come mi carne y bebe mi
sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último. Porque mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El
que come mi carne y bebe mi sangre, vive unido a mí, y yo vivo unido a él.”
10)-COMER
SU CUERPO Y BEBER SU SANGRE ES LA CONDICION PARA RESUSCITAR DE LOS MUERTOS.
Así
pues, comer su carne y beber su sangre es la condición para resucitar de entre
los muertos e entrar en la vida eterna.
Leemos
Jesús en sus propias palabras en Juan
El que come mi
carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo
resucitaré en el día último.
Cada
uno y una de nosotros debemos tenemos la convicción firma buscar y encontrar la persona que fue ordenada
en los divinos poderes sacerdotales de Cristo Jesús para darnos a comer el
cuerpo de Cristo y bebe su sangre. Son
las palabras de Jesús que no se puede negar sin perder la salvación.
11)-SOLA
NUESTRA LIBERTAD DE REHUSAR PONE EL LIMITE A LA SALVACION QUE DIOS NOS OFRECE.
Ponemos
el límite a la salvación cuando imponemos a Dios nuestra voluntad a escoger
medios de la salvación “a nuestra manera.”
Cuando trabajamos a nuestra salvación “a nuestra manera,” usamos
nuestros medios que son humanos y no tienen ningún poder para salvarnos. Solo los medios divinos, medios que Dios nos
ofrece, pueden salvarnos.
Pedimos a Jesús nuestro Sumo Sacerdote en este Jueves Santo llamar a
todos los hombres reconocer sus poderes sacerdotales en nuestra salvación. El profesor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario