martes, 26 de marzo de 2013

JUEVES SANTO CELEBRAMOS LA IGLESIA SACERDOTAL DE CRISTO


 
HAGAN ESTO IN MEMORIA DE MI.  JESUS ORDENA A SUS APOSTOLES CELEBRAR LA FRACCION DEL PAN HASTA QUE VUELVA.

1)-EN LA ULTIMA CENA, JESUS CELEBRA SU GRAN SUMO SACERDOCIO.

En la ultima cena, Jesús celebra su sacerdocio que el ofrece a cada uno de nosotros para trabajar a nuestra salvación.

Jesús se revela nuestro sumo sacerdote de Dios Padre.

Leemos  en la Carta a los Hebreos 4:14-16:

 Hermanos: Ya que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios, un Sumo Sacerdote insigne que penetró en el cielo, permanezcamos firmes en la confesión de nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario Él fue sometido a las mismas pruebas que nosotros, a excepción del pecado.

Vayamos, entonces, confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno.

2)-EN SU ULTIMA CENA EN LA TIERRA, JESUS ORDENA A SUS APOSTOLES EN SUS PODERES SACERDOTALES.

Para cambiar el pan en el Cuerpo de Jesús se necesita el poder divino.

Para celebrar la fracción del pan para nuestra salvación, los apóstoles necesitan el poder sacerdotal de Jesús Sumo Sacerdote.

Ordenar quiere decir comandar, dar un orden a los apóstoles para ejecutar un mandamiento.

Cuando Jesús “ordeno” (Jesús dales un orden) a sus apóstoles de “hagan esto en memoria de mi”, Jesús les dio su poder sacerdotal para consagrar el pan en su cuerpo y el vino en su sangre preciosa.

3)-LOS PODERES SACERDOTALES DE CRISTO JESUS EN LA CONSAGRACION DEL PAN.

Los divinos poderes sacerdotales para consagrar el pan en el cuerpo de Cristo son poderes reales.

Los divinos poderes sacerdotales para consagrar el pan en el cuerpo de Cristo no son una oración de intercesión.

Para cambiar el pan en el cuerpo de Cristo, el ministro necesita los divinos poderes sacerdotales de Cristo para hacerlo.

4)-JESUS ORDENÓ A SUS APOSTOLES EN SUS DIVINOS PODERES SACERDOTALES EXACTEMENTE PARA HACER LA CONSAGRACIÓN QUE JESÚS MISMO HIZO EN LA ULTIMA CENA.

San Lucas nos da un acontecimiento de la Ultima Cena.

Leemos a san Lucas  en  Lc 22:19:

 También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo:

—Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí.

Cuando Jesús dice  “hagan esto en memoria de mi”  Jesús ordenó a sus apóstoles en sus divinos poderes sacerdotales.


5)-JESUS CLARAMENTE NOS REVELA QUE LOS APOSTOLES COMIERON SU CUERPO.

Primeramente, los apóstoles comen su cuerpo.  Jesús les dice su cuerpo está dado para ellos.  Los apóstoles no comen pan; los apóstoles comen el Cuerpo de Jesús.

Muchos dicen que los apóstoles comieron pan.  Por eso, Jesús les mintió!  Pero Jesús es Dios, el no puede mentir.


6)-LOS APOSTOLES CREEN COMER EL CUERPO DE CRISTO.

San pablo en su carta a los Corintios nos revela la fe de los Cristianos de su tiempo; comieron el cuerpo y la sangre de Cristo en la sagrada comunión.

Leemos san Pablo en sus propias palabras en 1 Cor 11:23-29:

 “Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí.»  De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí.»  Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga.
 Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna, será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor.  Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa.  Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condena.
7)-LOS APOSTOLES INTIENDEN LA “ORDEN” QUE JESUS LES DA DE “HAGAN ESTO EN MEMORIA DE MI.”

Los apóstoles entendieron que Jesús los ordenó en sus divinos poderes sacerdotales para consagrar el pan en el cuerpo de Cristo y el vino en la sangre preciosa de Cristo en sus propias casas. 

Celebraron en sus propias palabras “la fracción del pan.”  la fracción del pan hoy se llama la santa misa.

Leemos san Lucas en sus propias palabras en LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES  2:42-47:

 Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración.  Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles.   Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común:   vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno.   No dejaban de reunirse en el *templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad,   alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.”

8)-LOS APOSTOLES ERAN MUY CAUTOS, SE DABAN CUENTA PERFECTAMENTE TENER LOS DIVINOS PODERES SACERDOTALES DE CRISTO PARA CELEBRAR “LA FRACCION DEL PAN.”

“La fracción del pan” es el lugar del encuentro con la victima Jesús que pagó la deuda que teníamos con Dios Padre.

Leemos a san Pablo en sus propias palabras en Galatos 2:20:

 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

 
9)-JESUS NOS REVELA EN SAN JUAN EL ESENCIAL DE LA VIDA CRISTIANA.

Jesús constantemente nos repite debemos comer su cuerpo y beber su sangre para entrar en el cielo.

Leemos en Juan 6:52-56:

 Los judíos se pusieron a discutir unos con otros:

—¿Cómo puede éste darnos a comer su propia carne?

 Jesús les dijo:

—Les aseguro que si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben su sangre, no tendrán vida.  El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.  El que come mi carne y bebe mi sangre, vive unido a mí, y yo vivo unido a él.

10)-COMER SU CUERPO Y BEBER SU SANGRE ES LA CONDICION PARA RESUSCITAR DE LOS MUERTOS.

Así pues, comer su carne y beber su sangre es la condición para resucitar de entre los muertos e entrar en la vida eterna.

Leemos Jesús en sus propias palabras en Juan 

El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último.

Cada uno y una de nosotros debemos tenemos la convicción firma  buscar y encontrar la persona que fue ordenada en los divinos poderes sacerdotales de Cristo Jesús para darnos a comer el cuerpo de Cristo y bebe su sangre.  Son las palabras de Jesús que no se puede negar sin perder la salvación.

11)-SOLA NUESTRA LIBERTAD DE REHUSAR PONE EL LIMITE A LA SALVACION QUE DIOS NOS OFRECE.

Ponemos el límite a la salvación cuando imponemos a Dios nuestra voluntad a escoger medios de la salvación “a nuestra manera.”  Cuando trabajamos a nuestra salvación “a nuestra manera,” usamos nuestros medios que son humanos y no tienen ningún poder para salvarnos.  Solo los medios divinos, medios que Dios nos ofrece, pueden salvarnos.

Pedimos a Jesús nuestro Sumo Sacerdote en este Jueves Santo llamar a todos los hombres reconocer sus poderes sacerdotales en nuestra salvación.  El profesor.

 

 

 

 

 

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